top of page

La vida tras bambalinas

De vida nómade o por temporada, el elenco del circo se prepara con mucha dedicación para brindar lo mejor de sí en cada función. El sentido del compañerismo es la clave para que el espectáculo interpele al público efectivamente.

Por: Josefina Lucero Torres

Detrás de estos maravillosos personajes que divierten, emocionan y hacen reír a carcajadas, se ocultan unos simples mortales que salen a trabajar. 

Como sostiene Jos, una joven venezolana que se unió al Cirque XXI hace ya un tiempo, la vida allí es impredecible. Es su modo de vida predilecto. Cada día es una incógnita, llena de sorpresas; a veces hay que manejar situaciones estresantes, como evitar que el incendio del terreno vecino alcance la carpa o realizar tres funciones seguidas cuando el público se entusiasma y arma cuadras de fila. 

El circo es una familia para sus integrantes, sean partícipes permanentes o por temporada. Saben que siempre serán bienvenidos. Aquellos que viven en el circo siguen un modo de vida nómade, guiado por la ruta del espectáculo. Detrás de la monumental carpa a rayas rosas y blancas, se asientan las casas rodantes del equipo. Nacho, el monociclista, vive allí desde hace ocho meses. Otros se suman, como Pía la bailarina, cuando el circo pasa por Pilar. Ella vive en Maschwitz, junto a su marido y sus dos hijas, pero se retirará próximamente de la danza para mudarse a Córdoba.

circo afuera.jpg

El circo suele acordar con la municipalidad de la localidad para facilitarle las entradas a ciertos grupos vulnerables a cambio del espacio para asentarse. Crédito: JLT

Cuando no es temporada alta (que se lleva a cabo todos los días), hay funciones los días viernes, sábado y domingo. Ezequiel, Mauri y Lucio son los bailarines de malambo. Ellos, si su jefe los convoca, se levantan temprano, toman un buen desayuno saludable y emprenden viaje desde zona sur hacia Pilar. Una vez allí, si llegan con tiempo, ceban unos mates con sus compañeros y se ponen al día. Como familia, se cuentan las novedades de la semana y los días que no se vieron. Luego, comienzan a precalentar y ensayar cada uno su parte. Una hora antes se peinan y maquillan, se visten y se preparan para salir. Sostienen que el maquillaje negro en los ojos, en conjunto con la iluminación del escenario, acentúan la personificación de sus roles.

malambo_edited.jpg

Bailan chacarera, gato y malambo desde niños, su pasión se nota. Crédito: JLT

En la entrada, Diego recibe a los próximos espectadores que forman ordenadamente la fila, con ticket en mano. Rocío, en el kiosko, comienza a sacar las tandas de pochoclos y algodón de azúcar junto a su compañera. Cuenta sobre la importancia de hacerlo en el momento para que no pierda su calidad. Ella participa en el circo desde los 16 años. Tras separarse de su pareja y dejar la carrera de enfermería en su último año, Rocío se mudó al Cirque XXI y vive esa vida con mucho entusiasmo. Desde entonces, el circo es su hogar. 

La gente toma asiento, Jos los acomoda, y comienza la función.

fila circo
rocio
diego circo

Todo el staff tiene su común denominador: la amabilidad y buena onda. Crédito: JLT

Descansan una hora entre show y show. Se visten de civiles para tomarse unos mates y compartir cómo se sintieron durante el espectáculo. Se percibe el cariño que se tienen, cómo se cuidan y confían el uno en el otro. Cuentan sus alegrías y tristezas, piden y dan consejo. De pronto pidieron disculpas para retirarse un momento. Sigilosamente, entraron al trailer mientras una bailarina permanecía sentada afuera, por orden de ellos. Con sus sonrisas más grandes, comienzan a cantarle el feliz cumpleaños; traían su regalo con mucha ilusión.

recreo_edited.jpg

Entre show y show, comparten merienda y anécdotas. Crédito: JLT

Dentro de la carpa hacen la prueba de sonido y preparan la escenografía para el comienzo del segundo show del día. Se acomodan los asientos y se prepara la llegada del público que ya espera, ansiosamente, en la entrada de la carpa junto a Diego, que los ordena. Chulo, uno de los personajes principales, se ocupa de repasar sus cosas y asegurarse de que todo esté en orden. Él estará durante toda la función en el escenario, como el mejor amigo del payaso. Contrasta la excentricidad de “Chulo” con la templanza de Facundo tras bambalinas. Él se acomoda su peluca pelirroja de pelo lacio y revoltoso, el colorido maquillaje y sale a dar el espectáculo junto a su elenco. ¡Comienza la función!

bottom of page